Una vuelta…al cine
negro barcelonés
El
cine español guarda una buena cantidad de películas prácticamente desconocidas
para el espectador medio –o por lo menos para los espectadores que somos más
jóvenes- y que conviene reivindicar. “Apartado
de correos 1001” es una de ellas. Dirigida por Julio Salvador, es un fantástico ejemplo de cine negro y policíaco.
Rafael
(Carlos Muñoz) es asesinado frente a
la Jefatura de Policía de Barcelona. Los detectives Marcial (Manuel de Juan) y Miguel (Conrado San Martín) investigarán el
caso. Inspeccionando la habitación del fallecido encuentran un ejemplar de “La Vanguardia” con un anuncio solicitando
un puesto de trabajo en una empresa de productos químicos.
Nos
encontramos con una intriga narrada en forma de documental – al principio del
film, una voz en off alaba la labor de los cuerpos de seguridad y recalca el
realismo de los hechos que a continuación se mostrarán-. Otro ejemplo de este
hecho es la detallada descripción de los procedimientos policiales que nos
permite seguir la investigación paso a paso e incluso del funcionamiento de correos.
La
utilización de exteriores e interiores reales también dota de un gran realismo
a la película. Podemos ver la Plaza de
la Universidad, la fachada y el interior de la sede del periódico “La
Vanguardia”, el exterior y el interior de Correos,
Vía Layetana y las Atracciones Apolo –escenario de una de
las mejores secuencias de la película para mi gusto-.
La
trama se va complicando manteniendo el interés de principio a fin y exponiendo
los hechos de forma clara. Quizá carece de algunos elementos del cine negro.
Los diálogos no son tan lo brillantes como los que encontramos en el cine de Fritz Lang o Billy Wilder, por ejemplo. Y Carmen (Elena Espejo), pese a que muestra atisbos de ocultar cierta información,
al final queda en un personaje bastante secundario. Me hubiera gustado más que
se le hubiera dado un enfoque criminal al personaje como el de las femme fatale características de este
cine. Además, el romance me resulta un poco forzado.
Para
concluir, una película con una trama muy bien desarrollada pero carente de unos
diálogos que aporten más que una simple descripción de una investigación
policial. Es una pena que algunas verdaderas joyas de nuestro cine (como también
lo es la fantástica “La torre de los siete jorobados (1944)”, cuya crítica está en este blog) tengan tan poca difusión
actualmente.
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