Una
vuelta…para “recordar”
No
podría empezar de otra manera este blog que con una película de Alfred Hitchcock, uno de mis directores
favoritos y del que más películas he visto con diferencia.
La
acción discurre en el hospital psiquiático en el que trabaja la doctora
Constance Petersen (Ingrid Bergman).
El director de la institución se va a retirar siendo sustituido por el doctor y
escritor Anthony Edwardes (Gregory Peck).
Rápidamente se enamoran pero Constance descubre que Anthony es un impostor que
tomó la identidad del doctor tras asesinarlo. Ella decide tratar la pérdida de memoria del falso doctor mediante el
psicoanálisis para demostrar que no es un asesino mientras huyen de la policía.
La
película gira en torno a una teoría psicoanalista sobre la falsa culpabilidad.
Según lo que se explica en la película sobre esta teoría, una persona durante
su infancia puede creer que ha cometido un hecho deplorable lo que le genera un
trauma y acaba reprimiéndolo. Cuando es adulto y observa como ocurre un hecho de
similar envergadura llega a creer que es el culpable de que haya ocurrido. Sin
embargo, en la película no se ahonda más en el psicoanálisis siendo
principalmente una película de intriga y suspense cuyo fin principal es
entretener al espectador.