sábado, 30 de abril de 2016

El moderno Sherlock Holmes (1924)

Un vuelta…a un aprendiz de detective


Vuelvo a hablaros de una película muda, esta vez se trata de un mediometraje –dura poco más de 45 minutos- protagonizado y dirigido por Buster Keaton, una de las grandes figuras del Slapstick (subgénero cómico que se caracteriza por presentar personajes torpes que sufren situaciones absurdas o acciones violentas).

Un joven conserje de un cine (Buster Keaton) sueña con ser un gran detective. En una de las visitas a la casa de su novia (Kathryn McGuire), su rival por el amor de la joven (Ward Crane) le pone una trampa siendo acusado de robo. El joven utiliza las dotes detectivescas aprendidas en un manual para resolver el robo sin éxito. Apesadumbrado, vuelve al trabajo donde se queda dormido durante la proyección de la película. Sueña que se convierte en un gran detective encargado de resolver el robo de un collar.
El humor de Buster Keaton es más bien físico, sus personajes sufren toda serie de peripecias, caídas y situaciones totalmente surrealistas manteniendo un semblante inexpresivo. Durante la película, que transcurre a un ritmo rápido, se suceden los gags, muchos de ellos técnicamente muy complejos e incluso peligrosos más propios de un acróbata. Keaton salta por una ventana mientras se coloca un disfraz, la bajada desde el tejado cayendo dentro del coche en marcha o la persecución montado en la moto sin conductor.
Lo más original, a mi entender, es la secuencia en la que el protagonista, en un alarde técnico, se mete directamente en la pantalla de la película que se está proyectando, titulada “Hearts and Pearls”. Poco después podemos ver cómo cambia rápidamente la escena teniéndose que enfrentar a un par de leones, a una locomotora o situándose en medio de una bulliciosa calle. Una curiosidad es que durante la grabación de la escena con leones, uno de ellos se levanta acercándose al actor. Por aquel entonces se grababan dos tomas: una para EEUU y otra para Europa. Buster Keaton se negó a grabar la nueva toma. 
Buster Keaton dentro de la película
Por último, destaco la música. Lejos de lo que ocurre en algunas películas coetáneas, en este caso se adecua perfectamente a cada escena. Poco más queda por decir. Una magnifica comedia de un gran cineasta. 

Mi valoración   (4,5 sobre 5)

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