jueves, 29 de octubre de 2015

El doctor Frankenstein (1931)

Una vuelta… a “Frankenstein”


“El doctor Frankenstein” es un film de terror dirigido por James Whale. Aunque que está inspirada en la novela “Frankenstein o el moderno Prometeo” de la escritora británica Mary W. Shelley, la película está basada en la obra de teatro realizada por Peggy Webling en 1927 cuyos derechos compró la Universal.

El argumento es el que sigue: el Dr. Henry Frankenstein (Colin Clive) es un científico obsesionado con la idea de crear vida que vive recluido en una torre en ruinas donde ha construido su laboratorio. Junto a su ayudante Fritz (Dwight Frye) desentierran cadáveres con los que “fabricar” un ser humano. Por otra parte, la prometida de Henry, Elizabeth (Mae Clarke), está muy preocupada por la salud mental del doctor y, junto a su amigo Víctor Moritz (John Boles), visitan a un antiguo profesor de Henry, el Dr. Waldman (Edward Van Sloan), para pedirle ayuda. Los tres visitan a Henry en el momento justo para presenciar como “nace” la criatura del doctor.

El experimento no resulta del todo bien puesto que el monstruo (interpretado por Boris Karloff) tiene un comportamiento agresivo y salvaje, puede que causado porque el cerebro que robó Fritz era el de un criminal. Pronto se darán cuenta del error e intentarán deshacerse de él. 

Henry Frankenstein y Fritz dando vida al monstruo

En cuanto a la interpretación destaco la magnífica actuación de Boris Karloff. Impone su elevada estatura y corpulencia así como el excelente trabajo de maquillaje y el movimiento de las manos y su peculiar forma de moverse.
Boris Karloff como el monstruo de Frankenstein

Una de las escenas que más impacto me han causado es cuando el monstruo va caminando por el bosque y se encuentra con una niña, María. Esta le da flores para que las lance al lago y ver como flotan. Al quedarse sin flores, el monstruo lanza a la niña donde se ahoga creyendo que flotará. Esta escena se censuró al considerarla demasiado violenta y no vio la luz en EEUU hasta los años 80. Pese a eliminar la escena, la película fue prohibida en varios países.

El punto cómico a tanta tensión lo pone el cascarrabias Barón Frankenstein (Frederick Kerr). También destaco el memorable final con el molino en llamas mientras el monstruo se encuentra atrapado y asustado por el fuego. Es una secuencia que me parece que está brillantemente diseñada.
Debido al éxito de la película se filmaron varias secuelas como “La novia de Frankenstein (1935)” dirigida nuevamente por James Whale y “El hijo de Frankenstein (1939)” dirigida por Rowland V. Lee y la última vez que Karloff interpretó al monstruo de Frankenstein.

Para terminar tengo que decir que es un film atemporal  muy recomendable y un clásico del cine “monstruos” y de terror junto con otros films de los años 30 como “Drácula (1931)” o “La momia (1932)”. La hayas visto ya o no es un buen momento para disfrutar de este film que forma parte de la historia del cine.

Mi valoración (4 sobre 5)

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