viernes, 29 de enero de 2016

Los sobornados (1953)

Una vuelta…a un caso de corrupción

Dirigida por Fritz Lang –director de obras maestras como “Metrópolis (1927)” o “M, el vampiro de Düsseldorf (1931)”-, “Los sobornados” es un thriller policíaco basado en la novela “The big heat” de William P. McGivern.

El sargento Dave Bannion (Glenn Ford) investiga el suicidio de un policía. La investigación se complica cuando descubre que su muerte tiene relación con una banda de delincuentes capitaneados por Mike Lagana (Alexander Scourby), uno de los habitantes más poderosos de la ciudad.
Como ya he mencionado, está basada en una novela de McGivern. Esta novela relata unos hechos ocurridos en la ciudad de Filadelfia a finales de los 40. Un funcionario público relacionado con la mafia se suicidó con la intención de destapar la corrupción existente.

El comienzo de la película es fantástico, un revolver sobre la mesa, el cadáver de Tom Duncan junto a una nota y la viuda del policía, Bertha Duncan (Jeannette Nolan), bajando las escaleras con un semblante frío e inexpresivo. A partir de ese momento, la trama se va desgranando poco a poco de forma que mantiene el suspense hasta el final.
Una de las características principales de la película es la violencia. Hay escenas verdaderamente brutales sin derramar una gota de sangre, eso sí.

En cuanto a las actuaciones, destaco a Gloria Grahame, que interpreta a Debby Marsh. En cuanto al protagonista, Glenn Ford, me parece que queda algo tibio. No logra expresar la suficiente rabia y odio que merecen ciertas situaciones. Toda esa rabia la compensa con creces el matón Vince Stone. Un personaje realmente odioso y violento magníficamente interpretado por Lee Marvin.
La crudeza de muchas escenas contrasta con las escenas familiares los Bannion. Un ejemplo es la forma tan cruel con la que Fritz Lang corta un momento tierno –Dave contándole un cuento a su hija- con la explosión del coche.

Resumiendo, Fritz Lang dirige un buen ejemplo de cine negro. Un relato muy interesante sobre la corrupción y la venganza. 

Mi valoración  (3,5 sobre 5)

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