Las vacaciones del señor Hulot (1953)

Una vuelta…a las vacaciones

“Las vacaciones del señor Hulot” es una comedia francesa dirigida y protagonizada por Jacques Tati, quién da vida a Monsieur Hulot, papel que retomaría posteriormente en “Mi tío (1958)” o “Playtime (1967)”.

Monsieur Hulot es un tímido y torpe francés que viaja a una playa de Francia de vacaciones. La llegada de Hulot supone un desastre para el resto de veraneantes, en especial los huéspedes y trabajadores del Hotel de la Plage, acostumbrados a disfrutar de un verano tranquilo.

“Las vacaciones del señor Hulot“ es la película que le valió una mayor fama internacional y que le reportó varios galardones: ganó el premio Premio Louis Delluc, recibió una nominación al Oscar en 1956 por mejor guion original y también compitió por la mejor película en el Festival de Cannes. Fue rodada en Saint-Nazaire, donde han colocado una estatua de bronce del señor Hulot como homenaje.

Tati, haciendo poco uso del diálogo y apoyándose en las situaciones de carácter absurdo y cómico y la expresión corporal, satiriza a las clases altas francesas y a los intelectuales. Se ríe también de la monotonía y rutina que siguen los huéspedes del hotel que les imposibilita de disfrutar de las vacaciones –van a comer siempre a la misma hora, corren a comprar el periódico y escuchan las noticias por la radio.

Hulot es el contrapunto a todos ellos, disfruta de las pequeñas cosas, es amable e intenta ayudar todo lo posible aunque con resultados terribles y muy divertidos. Asimismo, crea un personaje fácilmente reconocible y que funciona muy bien en pantalla: alto y delgado, siempre con sombrero y pipa, y con una posición casi permanente en jarras y echado hacia adelante.

La película está plagada de situaciones cómicas, muchas muy evidentes y algunas más sutiles, y no todas protagonizadas por Hulot –mención especial tiene un niño con muy mala baba que vemos merodeando por la playa al principio de la película. Encontramos remanentes de las comedias mudas de Chaplin, por ejemplo, y sirve de inspiración para otros torpes y despistados personajes como puede ser el personaje de Peter Sellers en “El guateque (1968)” o el Mr. Bean de Rowan Atkinson.

Finalmente decir que es una gran comedia. Tati consigue crear un personaje sencillo, entrañable y algo excéntrico. Nos da una lección sobre la importancia de disfrutar cada minuto de la vida, por lo menos en vacaciones.

Mi valoración  (4,5 sobre 5)